
La evidencia de lo que el cambio climático le está haciendo al mar no deja de sorprendernos y es un efecto directo de la intervención humana. Cada vez hay más uniformidad biológica y empieza a ser una necesidad el salvaguardar un mínimo de biodiversidad.
Es posible que debamos prescindir, a corto plazo, de la forma en la que procuramos alimento procedente del mar. Debe acabarse con la hipocresía del uso sostenible y adecuado de los recursos. No lo estamos haciendo y cada vez más va a ser más difícil hacerlo. Ha llegado el momento de dejar tranquilo al mar.
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