ACUITOPÍA

Con este título «Vida, bondad y comunidad» se nos apareció Josep María Esquirol por el Forum del Talent. Todo un regalo para los sentidos que emergiendo a flor de piel nos transportan a lo más profundo de la condición humana. Reflexiones compartidas que, tal vez, nos ayuden a cuestionarnos cuánto de lo que somos está en la mirada, una mirada que él define como una mirada atenta a la experiencia, una mirada que determina lo nuclear de la personas, una mirada que nos da la especificidad radical que determina la condición de vida «humana», claro.

Me quedo con muchas de sus reflexiones y las comparto, aunque discrepe en cuánto de lo que somos es consecuencia de cuestionarnos qué es la vida, cosas que pasa cuando argumentas con un filósofo de su condición. Efecto de aporías próximas y a la vez distantes en lo humano, pero no en la esencia de lo que se comparte.

Mucho ruido y poca escucha, dice y te interpela. Asientes, es cierto.

Habla de exposición y del efecto que la intemperie tiene en las personas. Creo que hemos perdido nuestra capacidad de exposición, nos da miedo sentirnos desnudos, física e intelectualmente. Pero por encima de todo nos da miedo desnudarnos emocionalmente. Hemos construido un entorno protector revestido de los elementos, no siempre deseables, que conforman la armadura que es la sociedad, precisamente para protegernos de esa intemperie, a la que nos da miedo exponernos. Las fuerzas direccionales, motoras, nucleares, que no nos gustan y que incluso nos ofenden porque van contra-natura, contra nuestra naturaleza, son agentes que enmascaran lo que somos. 

Ver más allá con un simple «vas bien» es suficiente como para desear pasar otra tarde compartiendo experiencias y estar un poco más cerca.

¿Quién dice que a la gente no le gusta la filosofía? Ya, los que no quieren que exista pensamiento crítico. Lo tienen mal.