Lo siento mucho, me he equivocado

Un grito atronador y gutural acompañado de profusión salival se deja sentir en la quietud de la sala de reuniones: ¡Serás cabrón! Los que todavía no habían despertado del letargo brumoso, consecuencia de las más de dos horas largas que… Leer másLo siento mucho, me he equivocado