El emprendimiento como fuente de innovación en la acuicultura

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Me enfrento al doble mortal al acercarme al emprendimiento como fuente de innovación en la acuicultura ante un público diverso y experto. Industria, academia, administración y sociedad se dan cita en este acto multidisciplinar que ha conseguido unir, en una sola Jornada de Reflexión abierta sobre los retos para la innovación, al sector de la acuicultura. Impulsada por el Clúster Acuiplus, se ha activado la reflexión como estilete, a un sector que no está especialmente acostumbrado a escucharse sin emerger la consideración de ser “un pupas”. A la que le cuesta escapar del derrotismo histórico de lo mal que estamos y que, tradicionalmente, no ha pensado activamente qué es lo que hay que hacer para acercarse al problema desde una nueva visión.

Para empezar tomo prestada una definición de Xavier Marcet de lo que es innovación, que nos la regala en su excelente libro «Esquivar la mediocridad», que me parece de una elegancia y simplicidad magnífica para explicar los tres tipos de innovación que existen:

  • La incremental es una innovación en la que ves el final
  • La radical es una innovación en la que no ves el final
  • La disruptiva es una innovación en la que no sabes cómo empezar

Por el contrario, sólo hay un tipo de emprendimiento, el que toma riesgos para poner en marcha proyectos e ideas que se escapan de lo que habitualmente estamos acostumbrados y que usa herramientas diferentes a las que solemos usar tanto en la comunidad académica como en el mundo empresarial acuícola consolidado. Para este tipo de
emprendimiento no hay derrotismo, como tampoco existe otra manera de entender lo que hacen que no sea a través de la innovación disruptiva.

Partimos de la base que, de forma general, los investigadores no suelen ser buenos emprendedores. Emprendedores e investigadores son perfiles diferentes. Suele ser necesario adquirir capacidades que habitualmente no se tienen, hace falta tener  talento emprendedor y hace falta tener brillantez de conceptos. No siempre se encuentra una asociación evidente entre emprendimiento e innovación (más si es disruptiva) en el segmento de los investigadores jóvenes. Suele ser todavía mucho más dificultoso entre los perfiles ya asentados, que en ocasiones tienen la tendencia a capar el avance, porque sólo tienen visión vertical.

Para que la innovación se abra paso y de lugar al emprendimiento haya que dotarse, adquirir algunas capacidades, y la forma en la que pueden adquirirse es mediante una asunción real de las limitaciones y así emprender el camino que nos lleve a adquirirlas, ¿Cómo?

  1. Entrenando la capacidad de adaptación: La innovación, la transformación digital y la gestión del cambio se mezclan. Hay que empezar a entender que es probable que necesitemos hacer de todo. No basta con ser un gran experto, hoy interesa más nuestra capacidad de aprender.
  2. La transformación cultural se impone: Es la principal palanca del cambio. Si no es real se fracasa porque las personas no se lo creen y se marchan, nos
    quedamos sin relevo, que es lo que está pasando en la el ámbito académico acuícola
  3. Trabajar la estrategia más que la planificación: Tener foco, coincidir en el futuro que queremos construir, más que planificar cómo llegar, tal vez existan diversos caminos y en la acuicultura empezamos a ver qué es así.
  4. Ser ágiles y creativos: Hay que desburocratizarse. Mal de muchos centros de investigación y departamentos de universidad, también de empresas consolidadas, y desafiar conexiones que consideramos no obvias, tomar riesgos.
  5. Gestionando el talento: Talento atrae a talento. Si nos quedamos con los que no lo poseen jamás avanzaremos, tan sólo precipitamos el fin. Algunos colegas de centros de investigación acuícolas me comentan que este ya es inminente.
  6. Compartiendo lo que aprendemos: Si nos creemos la Innovación abierta no hay que tener miedo a compartir.
  7. Orientarse a los resultados: Si no hay resultados tangibles todo queda en retórica, nos perdemos en el discurso y más si es derrotista.
  8. La autenticidad como antídoto de la mediocridad. (Xavier Marcet dixit)
  9. Innovar en innovación: Cuestionarnos continuamente nuestras metodologías y herramientas para crear nuevas soluciones, nuevos escenarios.
  10. Prepararnos para lo que viene después: Que no todo va a ser emprendimiento e innovación, no son el fin, son palancas de cambio.

Nos enfrentamos a la innovación, el cambio y la regeneración, como una tríada de grandes retos de la industria agroalimentaria y la acuicultura no se escapa. Si tenemos falta de innovación, se produce un desfase tecnológico y dificultad para acceder a diversas fuentes de financiación. Solo el 3% de los emprendedores,  deciden apostar por nuevos proyectos agroalimentarios, y eso que la industria agroalimentaria es el primer sector económico en España, con más de 2,4 millones de empleados. Sin embargo, el sector “pide a gritos”,  innovación, cambio y regeneración, pero encontramos dificultades para que lo apliquen. ¿Qué debemos hacer? Entre otras, buscar fórmulas para acelerar el cambio.

Un ejemplo, que puede tener una aplicación directa en el mundo acuícola, es el que estamos impulsando en el IRTA. Para ello hemos buscado a los mejores y se han propuesto sinergias comunes como es el caso del Lab Tech4Climate.

Hibridando personas, talento y necesidades, así Aigües de Barcelona, Grupo Torres, Fundació Futur, Ajuntament de Barcelona el IRTA con el modelo de aceleración de la Fundación Ship2B buscamos start-ups que en clave sostenibilidad social propongan soluciones innovativas a retos estratégicos compartidos, en este caso pivotando sobre el efecto que el cambio climático tiene sobre los sistemas de producción agroalimentaria convencional, el agua, la integración social, la sostenibilidad de los recursos…

La convocatoria ha sido lanzada con un éxito muy importante y se han presentados  60 start-ups. En breve se realizará la preselección de las 5-6 que se acelerarán durante los próximos meses.

Pero no acaba ahí, se establece una plataforma de conexión potente entre el ecosistema innovador agroalimentario, start-ups y las organizaciones fundacionales del Lab, facilitando la orientación hacia los resultados. Facilitando la emergencia de personas
brillantes, facilitando la aparición de ideas disruptivas, facilitando un modelo que busca acercar las ideas al mercado.

Ahora es el momento de buscar modelos similares para la acuicultura, más que nunca tenemos que ser capaces de hacer emerger las innovaciones que se encuentran entre tanto talento emprendedor.

1 comentario en “El emprendimiento como fuente de innovación en la acuicultura

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